agua
mapa de hurlingham si la temperatura global sube 4º. lo celeste es agua, pero bien podría ponerse marrón Salir a la vereda cuando terminaba de llover era una aventura que desafiaba a la vieja y al fresquito. Ahí nomás, el torrente del agua podrida, antes un escuálido arroyo y ahora un bravo Paraná. La misión era asomarse desde la altura del cordón de la vereda, agacharse, y con la delicadeza de un ninja, colocar nuestro barquito de papel, siempre con la proa hacia la corriente. Después, a trotar por el cordón para ver hasta dónde llegaba el barquito. A veces sorteaba arrecifes de piedras o montoncitos de hojas viejas, pero indefectiblemente terminaba en el desagüe que estaba en la esquina antes de llegar a la avenida. Y el barquito se hundía en las profundidades, acompañado de un "fuaaaaaa" Escenas de los tiempos heroicos, cuando las lluvias eran más o menos normales, y uno vivía por barrios que ya no existen, antes del exilio hacia la periferia conurbana, sitios don...