Nervioso y desarticulado, Acuña abrió las sesiones del Deliberante en Hurlingham

(Buenos Aires 2.0)

En su interlocución, hizo escaso hincapié en temas de gestión o proyectos para el Concejo Deliberante en 2014. Y, por el contrario, utilizó un espacio institucional para dar rienda suelta a sus asuntos personales. Aseguró que volverá a ser candidato a Intendente en 2015 y que va a “romper las urnas con los votos”, desafiando los conceptos de Sergio Massa -quien pide no hablar de candidaturas por el momento y llegó a hablar de limitar las reelecciones- y resignando el conocido anhelo de colocar a su hijo como sucesor. Hubo descalificaciones para su principal rival, Juan Zabaleta, evidenciando la preocupación por su avance territorial en el distrito. Y para la prensa por las críticas: en particular cobró el periodista Alejandro Fantino, a quien chicaneó con un viejo rumor. Todo menos Hurlingham fueron los ejes de su discurso, nuevamente teñido por sus problemas, miedos y limitaciones, que lo azuzan y llenan de inseguridades cada vez con más contundencia.


Con un discurso violento y por momentos estigmatizante, el Intendente de Hurlingham abrió el período de sesiones ordinarias en el Concejo Deliberante de su distrito.

Si algo demostró su interlocución es que no honrará ninguna de las consignas pregonadas por Sergio Massa de la boca para afuera: para él, a diferencia del tigrense, sí es tiempo de hablar de candidaturas. Y también que, a esta altura, son evidentes las tensiones desatadas en su seno por la figura del concejal k Juan Zabaleta -máximo exponente local del Frente para la Victoria-.

Por el contrario, el Barón del Conurbano anticipó que irá por su cuarto mandato consecutivo en 2015 luego de vencer en los comicios de 2003, 2007 y 2011. A contramano de lo que plantea su jefe político sobre dejar para otro momento la discusión en torno a las candidaturas, Luis Acuña ya puso su nombre en la carrera por retener su terruño, desafiando además la aparente tentativa de limitar las reelecciones indefinidas.

Y además echó por tierra el deseo -no confesado públicamente- de entregarle el cetro a su hijo para mantenerlo en familia.

Será él quien asumirá la tarea de postularse y enfrentar a un electorado que, en tiempos recientes, dio muestras de hartazgo: venció en las elecciones ejecutivas del 2011 arrastrando menos votos que Cristina Fernández de Kirchner y Daniel Scioli, cabezas de lista, al tiempo que mantuvo su poderío en el palacio deliberativo durante 2013 pero con corte de boleta desfavorable y largamente por debajo de la performance del massismo en la Sección Primera.

“Hace apenas seis meses ganamos una elección intermedia después de una inversión enorme de aquellos que confrontábamos, nunca vista en el distrito. Les ganamos y les ganamos por 12 puntos”, arengó.

“Que se preparen para el año que viene, porque voy a ser candidato y les voy a romper las urnas con los votos”, anticipó el alcalde.

Los guarismos del año pasado, sin embargo, no resultaron tan favorables como presume. Mientras el Frente Renovador acaparó más del 50 por ciento de los votos en la Primera Sección Electoral -para todos los cargos-, el hijo de Acuña, Emiliano, apenas pasó la barrera del 43 y seguido de cerca por “Juanchi” Zabaleta, que traccionó el 35 y quedó a sólo 8 puntos.

El desempeño de su hijo (que probaba suerte por primera vez aunque la fórmula “nepotista” es una marca registrada de Acuña) era el más débil para un massista en sus mayores bastiones, es decir, las zonas norte y oeste del Gran Buenos Aires. El dato sobresaliente que dejaron las urnas, en 2013, no fue su triunfo sino la irrupción de un kirchnerismo unificado. De ahí su desesperación para adelantarse a una eventual presentación, todavía lejana en el tiempo.

Pero su oratoria dejó otras perlas, en especial la constante negativa a reconocer errores y responsabilidades propias dentro del municipio, cualidad que en su espacio atribuyen a la Casa Rosada. La prensa, como sucede dentro del oficialismo nacional, evidentemente ocupa un lugar de privilegio entre sus preocupaciones.

“Nosotros tenemos por costumbre dar la cara y no hacer operaciones de prensa, quiero felicitar a la Policía de la provincia por el enorme esfuerzo que hacen todos los días y quiero felicitar a la Policía Comunal que trabajan mancomunadamente con ellos, y que han podido demostrar en las últimas 96 horas, a través de un cruento enfrentamiento interceptando vehículos, que tenían robado de otra jurisdicción”, manifestó.

“No hay zonas liberadas, eso está altamente demostrado. Pero a veces a confesión de parte, relevo de pruebas”, agregó.

Tan inconexo fue todo que hasta hubo un palo para Alejandro Fantino, el conductor de televisión y ex relator de fútbol.

“Yo quiero que me den lo que provee la Constitución: poder estar en el mismo lugar para dar las explicaciones que me corresponden. Fundamentalmente a un periodista, a quien no voy a tener la suerte de encontrar en algún vestuario de fútbol porque nunca jugué en Racing. Pero a ese periodista, el señor Fantino, yo le mandé una carta documento pidiéndole el derecho a réplica”, arremetió.

“Si él se da el lujo de hablar peyorativamente de mi persona, la verdad ni siquiera me hubiera molestado. Pero habla peyorativamente del distrito de Hurlingham y la comunidad de Hurlingham tiene un jefe político que sabe cómo y dónde va a poder defenderla, y así lo voy a seguir haciendo como lo hice en los años que me tocaron de mandato”, siguió.

El problema de la inseguridad fue el eje central de su oratoria, por momentos con vagas referencias y poca precisión. “No hay linealmente una inversión que se pueda hacer en seguridad, todos y cada uno de nosotros vemos lo que se está viviendo y con la crueldad que estamos enfrentándonos, uno se pregunta qué es lo que nos pasa a los argentinos”, remarcó.

Más adelante, hizo una mención al hecho de inseguridad que sufrió a comienzos de año en su domicilio. “A partir del desgraciado episodio que me tocó vivir, he tomado la decisión de andar sólo en mi auto. Lo manejo yo. Ando solo porque se vienen por la tercera y no quiero que un empleado municipal salga lastimado por mi culpa”, enfatizó.


Por último, Acuña trató de “cobarde” a Zabaleta, sin mencionarlo explícitamente. “Ese concejal en marzo iba a estar sentado en mi lugar, tuvo el tupé de decirlo en este Concejo Deliberante. Pero tiene la cobardía porque habría que trasplantarlo a ver si le ponemos ovarios de mujer, porque evidentemente de lo que Dios lo ha dotado debe tener muy poco o yo les diría nada, porque no me puede mirar a la cara”, disparó.

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