obras de derecha

“No hay obras de derecha o izquierda, sólo hay obras”,  suele enarbolar como falso estandarte la derecha vergonzante, cuando se le desenmascara su rostro reaccionario y oligárquico.  Las prioridades para realizar obra pública, son claramente demostrativas de la acción popular o antipopular de un gobierno.
La reconstrucción de las veredas de la Avenida Jauretche, para lo cual se tardó más de un año, consistieron en levantar las veredas viejas, colocar baldosones nuevos y cuatro palmeras y se lo llamó pomposamente “Plan Modelo de Corredores Urbanos”.  Esa costosa obra sólo beneficia a seis cuadras de Hurlingham, los propietarios de sus comercios y los transeúntes. Se gastaron diez millones de pesos y no se le dio la más mínima intervención en su concepción ni al pueblo, ni a los urbanistas, ni siquiera al área técnica del municipio.
Bueno, esta es una obra claramente de derecha. Porque habiendo urgencias en otros sectores de Hurlingham, sólo se maquilló una zona que no necesitaba en absoluto esa mejora, ya que es el sector más acomodado del Partido. SE PRIVILEGIÓ A LOS PRIVILEGIADOS.
Cuando sabemos que la atención sanitaria es nefasta, las mujeres embarazadas no pueden cruzar la calle del hospitalito cuando llueve, no hay cloacas ni agua corriente en el 80% del partido, la basura tapa las calles de William Morris y las napas afluyen llenando de mierda el Barrio El Destino.
Ni hablar entonces de la precarización por décadas y la falta de paritarias para los empleados municipales.
Nada se hace desde el municipio para ayudar a los sectores menos favorecidos de Hurlingham.
Por el contrario: cuando los sectores populares pretenden celebrar su cultura son reprimidos y hasta encarcelados.
Por eso es vital, no sólo en época de elecciones, sino en todo momento, reconocer a quienes gobiernan a favor de las mayorías y quién defiende los privilegios de unos pocos.